Burda manipulación por parte de Intel de los benchmark de sus nuevos procesadores.
Desde luego si existiera un manual de como hacer las cosas mal, rematadamente mal parece que Intel lo estuviera siguiendo punto por punto. Tras el último despropósito ocurrido en la pasada Computex 2018 y la “presentación” de un procesador monstruoso de 28 núcleos que poco mas o menos destrozaba cualquier cosa vista hasta ese momento y en el que al poco tiempo se descubrió que no era más que un Xeon modificado con un overclock extremo mantenido por una refrigeración industrial de miles de dólares o, dicho de otra forma, toman a la gente por imbéciles directamente.
Pues no contentos con “cubrirse de gloria” tras la presentación de sus nuevos Coffee Lake Refresh la novena generación de procesadores de la que ya hablamos, ahora descubrimos que los supuestos benchmarks que acompañaban la presentación en los que obviamente el nuevo chip de Intel destacaba sobremanera por encima de los Ryzen, parece que estos benchmark han sido algo más que “maquillados” por parte de Intel por no decir que son directamente basura.
Nada escapa al escrutinio de una comunidad tan grande y pronto saltaron las alarmas, en las que se apuntaba a una empresa llamada Principled Technologies la cual había sido contratada por Intel para realizar las pruebas de rendimiento de sus nuevos chips y en el que entre otras cosas se comparaban su Core i9 9900K con el Ryzen 7 2700X, la comparativa directamente no hay por donde cogerla y es un insulto a los consumidores.
Para no entrar demasiado en detalle sobre los por menores de este engaño y a modo de resumen podemos decir que las configuraciones que se usaron para probar el Ryzen 2700X fueron “delicadamente escogidas” para crear el peor entorno de desempeño posible, todo lo contrario, para el Intel Core i9 en el que se usaron kits de memoria óptimos con las mejores latencias y velocidades de reloj.
Esto obviamente le daba a Intel una importante ventaja por encima de AMD, más aún sabiendo como saben que los procesadores Ryzen son especialmente sensibles a los relojes de la DRAM ya que están sincronizadas con el bus interno Infinity Fabric, por lo que unas DRAM “lentas” tienen un alto impacto en el rendimiento del procesador.
Pero claro la gente no es tonta y pronto se descubrió el pastel, a las pocas horas de la presentación internet ya estaba llena de contra análisis de los Ryzen (dado que los Core i9 aún no están en el mercado) que con configuraciones idénticas pero con memorias con latencias y frecuencias adecuadas para Ryzen arrojaban resultados muy por encima a los que Principled Technologies había mostrado, mejoras de hasta un 36% para Ryzen, cosa que dejan en muy mal lugar a Intel que obviamente sabia que esto estaba pasando, poca confianza deben de tener en su producto cuando necesitan “maquillar la realidad” hasta este punto para justificar los casi 500$ a los que saldrán al mercado estos nuevos procesadores.
Una vez más Intel es el peor enemigo de Intel cubriéndose de gloria, insultando a la comunidad y arrojando tierra sobre sus propios procesadores, los cuales estarán a la venta de manera indirecta. Desde luego nunca hay que fiarse al 100% de los datos de rendimiento que aporta un fabricante sobre su producto, es obvio que siempre van a intentar arrimar la ascua a su sardina, pero de ahí a mentir y manipular hay un trecho muy grande que Intel esta cruzando demasiadas veces.
No obstante creemos que los nuevos Intel son muy buenos procesadores y que tendrán un rendimiento genial, porque a pesar de las políticas que los altos directivos están siguiendo en Intel hay muy buenos ingenieros que saben hacer muy bien su trabajo, esperemos a datos reales y ver el desempeño real de fuentes fiables porque desde luego Intel a demostrado que es capaz de mentir hasta niveles insospechados.