Contra análisis de los Benchmark 9900K
Intel no para últimamente después de cubrirse de gloria en sendas ocasiones en los últimos meses aprovechando el lanzamiento de su novena generación de procesadores Coffee Lake Refresh, han vuelto a las andadas tras la publicación de los “curiosos” benchmark de los que ya dimos cuenta la semana pasada.
El desempeño de los nuevos procesadores quedo rápidamente eclipsado por la polémica desatada al descubrirse que la empresa contratada por parte de Intel para realizar estos benchmark Principled Technologies había usado unos drivers “incorrectos” por no decir mal intencionadamente elegidos para perjudicar lo máximo posible a la competencia (Ryzen) de forma que los procesadores de Intel quedarán muy muy por encima.
Tan por encima quedaron que la comunidad rápidamente empezó a sospechar que había gato encerrado y no tardaron ni 24 horas en descubrir todo el pastel. Efectivamente Principled Technologies había usado unos drivers de ThreadRipper con la opción game mode habilitada con un procesador Ryzen. Básicamente lo que se consigue con el “game mode” es deshabilitar la mitad de los CCX del procesador dado que esta bestia tiene literalmente demasiados nucleas y se convierte en un problema a la hora ejecutar juegos, que en su mayoría no están preparados para tal cantidad de hilos disponibles. Pero claro al usar esta misma funcionalidad con Ryzen normal, estas matando al procesador deshabilitando a la mitad de sus núcleos y convirtiendo un Ryzen 7 en un Ryzen 5 básicamente.
Tras toda la polémica Intel se vio obligado a publicar unos nuevos test que solventarán este pequeño detalle y lso datos hablan por si mismos:
Los resultados siguen demostrando que el Core i9 es el mejor procesador para gaming, no obstante las diferencias de rendimiento con Ryzen son de apenas un 10% de media, algo bastante más normal.